A la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
Escribimos esta carta en apoyo a un fallo a favor de Beatriz por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de Costa Rica (CIDH) en el caso Beatriz vs. El Salvador.
No solo el fallo a favor de Beatriz traerá justicia para ella, su familia y su comunidad, sino que también tiene el potencial de iniciar una reversión en la prohibición total del aborto en El Salvador. Como mínimo, dadas las circunstancias médicas atenuantes, Beatriz debería haber tenido la opción de abortar. La suya es una vida perdida debido a la falta del derecho a decidir y a una legislación restrictiva (prohibición del aborto). Similar a El Salvador, nos preocupa que países como Nicaragua, Honduras, la República Dominicana, Haití y Surinam tengan prohibiciones completas del aborto. Un fallo a favor de Beatriz sentará un importante precedente para la región, alentando a otros países a permitir que las mujeres y las niñas accedan a sus derechos fundamentales en materia de salud sexual y reproductiva. No podemos permitirnos perder más vidas, las mujeres deben tener una opción y en casos de violación o complicaciones médicas es fundamental tener la opción de abortar y acceder a una atención segura del aborto.
El plan de acción de Generación Igualdad llama a aumentar la disponibilidad, accesibilidad y calidad de los servicios de anticoncepción y de aborto integral. Apoyar estos servicios es fundamental para la igualdad de género y para aumentar la autonomía corporal, el poder de decisión y los derechos de salud sexual y reproductiva de mujeres y niñas en todo el mundo.
Creemos que la decisión de continuar o interrumpir un embarazo es una que debe tomar una mujer con la ayuda de las personas en las que confía. El resultado de esta decisión no debe ser punitivo ni para la mujer que busca un aborto ni para los médicos que la asisten, no solo en casos de aborto médicamente necesario, sino en todos los casos.
El Salvador es un país que reconoce no solo a la CIDH, sino también a otros instrumentos vinculantes como los establecidos por la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y el Consenso de Montevideo. Bajo estos acuerdos, el sufrimiento de Beatriz y los ataques al derecho a la salud, a la vida y a la dignidad podrían haberse evitado. Además, nos gustaría enfatizar la evidencia irrefutable presentada por las organizaciones demandantes durante la audiencia de abril de 2023, que confirma la violación de derechos sufrida por Beatriz y su familia.
Defender la justicia para Beatriz significa apoyar el derecho a la vida, la salud y la dignidad de millones de mujeres y niñas en América Latina y el Caribe.
Firmamos esta carta en apoyo a Beatriz, la justicia y la igualdad de género.